Lo recuerdos se agolpan en completo desorden,
un nuevo día nublado alrededor.
La luz juega con nuestras percepciones,
balbuceando entre caleidoscopios,
una nueva ola acaricia el paso del tiempo.
Navegando al azar sin rumbo alguno,
disfrazando el horizonte,
flotando entre espejismos y voluntades.
Yo me recreaba en la soledad,
y las gotas despertaron mis aletargados sentidos,
como una cascada de inocentes sonrisas.
Entresijos y aledaños,
senderos de incertidumbre,
deseos de nata y fresas.
Si las brisas mecieran los sueños,
volvería a deletrear esos labios,
con aforos de ilusión y viajes hacia el atardecer perdido.