Así me siento. Quizás se deba a la intensa lluvia y las nubes grises por excelencia.
Una sensación de placentera tristeza, que sin hacer daño, se ha ido apoderando de mi poco a poco según avanzaba la tarde. Sin aparente permiso me ha ido seduciendo, ahora que la noche ha alquilado todas mis alegrías.
Ahora que la luna brilla y no la puedo disfrutar, ahora que los sueños se escapan para volver la país de nunca jamás. Un abrazo, un pensamiento, una voluntad desvanecida. Buenas noches.
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