30 de septiembre de 2011

Las nubes describen formas caprichosas,
el viento se desplaza en el atardecer,
los sueños llaman a la puerta de tus sentidos.

Un día más va languideciendo.
Las horas han corrido a su antojo...¿las has sentido?

No importa, aún estás a tiempo.
¿Que vas a hacer esta noche?
yo no voy a dejar que hoy nadie piense por mí.

El día ha sido demasiado corto, pero la noche va a ser larga,
sí, me voy a sentir vivo, expectante.
Desearía que hoy estuvieras a mi lado, físicamente.

Te lo confieso, hoy no hablaría. Sólo te miraría y dejaría que me abrazases.
En silencio.

Luego te pondría cachonda. Dejaría que tus percepciones flotaran por segundos a la velocidad de la luz,
en compañía de Pink Floyd y la nueva mezcla de "La Cara Oculta de la Luna".
Juntos en cascos, cada uno desde su mundo. Tú y yo.

Y después reinaría el silencio.
Y Él con su presencia amorosa.
Y un nuevo amanecer.
Te quiero.


27 de septiembre de 2011

Adiós al verano

Hacía ya dos meses que ya no escribía. Como pasa el tiempo. Es verdad que he tenido tiempo para descansar, pero en este tiempo me han pasado muchas cosas. De entre todas ellas, quizás la más relevante, pudiera ser que me he trasladado a la ciudad de A Coruña. Atrás quedan los tiempos de Vitoria-Gasteiz, hermosa y sano lugar para vivir.
Cuando he mirado a la ventana, me he sorprendido de la niebla que hay fuera. Un ligero escalofrío ha recorrido mi cuerpo. ¿ Dónde se ha quedado el verano ?. No he evitado un poco de melancolía, al fin y al cabo, estoy sólo en estos momentos y me lo puedo permitir.

Resulta que estos días estoy escuchando bastante a los Doors. La noche es un buen momento para ello. La canción ideal para decirle adiós al verano debería de ser otra, pero la versión instrumental de " Yes, The River Knows" me encaja mejor. El tema jazzy por excelencia es una de esas canciones que recuerdo haber repetido 8 veces seguidas en aquel vinilo. Momentos inborrables.
El video contiene la canción original. Pero la otra versión es bella en su desnudez. De las mezclas en 5.1 le han quitado todos los instrumentos y se ha quedado sólo el piano de Ray Manzarek. No me canso de escucharla.
En cada una de esas notas, van las personas, comidas, conversaciones, miradas, gestos...como ese sol que el otro día aún amaneció veraniego y se acostó con el fresco de un nuevo otoño.