3 de abril de 2014

Destellos

Me gustaría sentarme,
un cojín, una luz tenue
y una enorme cristalera para hundirme con el sol en el horizonte.

Para sentir las pulsaciones del corazón,
percibir como lentamente se va apagando,
la última nota.

Dejar que las palabras caigan del cielo,
comenzar a excitar el silencio,
un destello,
el sentimiento azul de misericordia. 

Sin luz,
sin cobertura.
Esta noche soy un hombre melancólico.