Las nubes incitan al descanso entre sábanas,
quien no busca un refugio en la incertidumbre,
un abrazo en la inseguridad.
Los fantasmas se agolpan a tu alrededor,
te incitan a perderse en medio de tanta catarsis,
el viento arrecia y la inocencia lagrimea.
El ruidoso silencio te invade,
los segundos son horas,
y las pesadillas nadan entre mareas y dudas.
Un rayo de luz,
un nuevo día se asoma tras la ventana,
miradas radiantes de yogurt y picardía
tu sonrisa flota plácidamente.
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